Language

lunes, 8 de junio de 2015

PREGUNTA: ¿Alguien me puede aconsejar no soporto el deprecio de mi madre y algunas de mis hermanas?

Tengo 40 años y mi mama y mis hermanas me hacen bullying desde que tengo memoria no sé si por mi manera de ser tan depresiva caigo gorda, el caso es que mi mama siempre se ha dirigido a mí con desprecio y les inculcó a mis hermanas más chicas ese desprecio hacia mí, a pesar que he intentado ganarme su cariño nunca ha sido suficiente para cumplir sus exigencias.


Querida amiga,

“En este mundo tendréis aflicción” dice la palabra de Dios, lo que significa que siempre estaremos bajo alguna situación que nos cause tristeza, dolor, congoja; sin embargo, también nos dice “No teman que Yo he vencido al mundo” entonces no tendríamos que temer ante esos atropellos a los que somos sometidos a causa de la injusticia del mundo.

Amiga, te invito a que seas valiente y te des cuenta lo valiosa que eres para Dios, que no necesitas rogar para agradarle a las personas y tener su atención o amor, “Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí” Jeremías 1:5. Nadie te ama más que Dios, tanto que en este momento ha permitido que leas esto, quiere que lo conozcas y lo mantengas en tu corazón.

“Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos”. Salmo 27:10

El la biblia hay muchas historias de mujeres que a pesar de las dificultades fueron valerosas, como hijas de Dios y jamás dudaron que Dios las sacaría victoriosas (Ester, Rut, Débora...Proverbios 31)

A pesar de sus defectos tu familia es un regalo, continúa amándola, sin embargo,  no permitas que sus palabras y ofensas continúen hiriéndote, rechaza de tu corazón todo aquello que te duele y acércate a Él (Jehová) con corazón humilde y muestrale todo lo que sucede. 

Levanta tu cabeza y sigue adelante... confía en tu amigo Jesucristo…



CRISTO TU BESTFRIEND.


martes, 2 de junio de 2015

Lección de Vida #15. TU DOLOR ES IMPORTANTE PARA DIOS



 Aún las personas con vidas sencillas o en apariencia tranquila tienen momentos difíciles, y cada uno diferente al otro; situaciones graves y otras más leves según como lo miremos pero importante para quien lo vive. Sin embargo, como hacer cuando tu problema no le importa a los que te rodean, sobre todo cuando esas personas tienen otros problemas más graves que los tuyos. Es en ese momento que comienzas a pensar que nadie te entiende o le importa tu dolor o problema, comienzas a sentirte solo.

 ¿A QUIEN LE DIGO COMO ME SIENTO? 

Una vez sientes que tu situación es menos importante que las de los demás no quieres comentárselo a otros y menos a aquellos que aunque cercanos a ti y te quieran, están pasando por situaciones aún más duras y debes ser tu quien les da una palabra de aliento… y luego piensas “a mi quien me alienta o escucha”.

Así dice la palabra de Dios…
»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.  Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.» Mateo 11:28-30

Nos llama e invita a que vayamos a su lado, a su presencia y allí descansamos de todo aquello que nos aqueja, nos atormenta y no nos deja ver más allá de la dificultad impidiéndonos avanzar.
Las situaciones de dolor pueden ocurrir por pérdida de algo valioso, como salud, trabajo, de una persona amada, pérdida de esperanzas, y maltratos o abusos.

“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”. Juan 16:33

En Dios puedes hallar paz, sin importar si es muy o poco grave a los ojos de los demás o incluso a los tuyos propios, Él te está dando ánimos para continuar. Muchas veces nosotros mismos menospreciamos nuestro dolor y terminamos “ignorándolo”, cuando ese sentimiento es como una semilla que crece alimentada por los pensamientos y ataques del enemigo quien siempre insistirá en recordarte todo aquello que te lastima y te hace sentir triste, solo y sin salida, pensamientos que nos llevan a la destrucción.

Nadie mejor que Cristo para desahogarte, contarle lo que piensas, tus pesares y enojos, si esperas su respuesta Él te hablará y dirá lo que precisas, a través de otras personas o incluso podría háblale a tú corazón dándote la respuesta apropiada.

Intenta hacer este ejercicio de confianza en Dios, solo tú con Él en lo secreto, nadie tiene porque saber que estas orando o conversando con tu creador.



 ¿MANEJAR EL DOLOR O ELIMINARLO?

   
Existen dos opciones que la mayoría emplea para manejar el dolor: ignorarlo o alimentarlo. ¿Cómo es eso? Bueno, lo ignoras creyendo que no te afectó lo que sucedió, haciéndole creer a los demás que todo está perfecto en tu vida aún después del descontento, sin embargo, dentro de tu corazón germina un dolor  con raíces cada vez más profundas, que al no prestarle atención termina causando un cambio rotundo en tu vida, en tu forma de comportarte con otros, convirtiéndote tal vez en una persona hostil, grosera, insensible, desconfiada; estamos hablando de cambios que no son positivos, que quizás aún no te hayas dado cuenta que ocurrieron.  

Igual sucede cuando alimentas el dolor, sigues recordando esa situación y diciéndote a ti mismo y a otros lo miserable que eres a causa de la pérdida, mostrando constantes cuadros de tristeza y  soledad, refugiándote en ese sentimiento al punto de acostumbrarte y creer que es algo que nunca se puede olvidar o perdonar.

“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados”. Marcos 11:25


Sin embargo, existe otra alternativa, diferente a las anteriores que de seguro será mucho más efectiva, se encuentra en Salmo 138:
“En cuanto oro, tú me respondes;  me alientas al darme fuerza…” Salmo 138:3
“…Aunque estoy rodeado de dificultades, tú me protegerás del enojo de mis enemigos”. Salmo 138:7

Optando por encontrar sanidad y liberación de tu dolor, entregando tu vida (sentimientos, problemas…) en manos de Dios, te aseguro que no necesita tu ayuda para llevar tu carga y solucionar tus problemas. LIBERATE! de la oscuridad, permite que su sangre te lave el pasado, te ayude a perdonar, te de la luz que necesitas para ver tu sendero y puedas dar un paso adelante.
Para Dios eres importante y toda lo que te sucede también es relevante para Él. Recibe su amor que siempre está dispuesto a darte lo mejor.

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11
Cambia tu perspectiva y mira tu vida desde otro punto… ¿Quién podrá entenderte mejor que tu creador? No te afanes… más bien cálmate, cierra tus ojos, respira y entrega esta carga pesada a Dios, incluso llora sintiendo que Su presencia está contigo (todas las veces que necesites) con fe absolutamente que pronto todo estará bien.
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7.

ALÉJATE DEL DOLOR – RECHAZA LO QUE TE DAÑA
BUSCA LA SANIDAD PARA TU ALMA
EN CRISTO JESÚS