Language

lunes, 25 de marzo de 2019

BATALLA DE PALABRAS


Nuestra vida está rodeada de palabras, que escuchamos por accidente o porque son para nosotros, leemos,  nos lanzan o simplemente llegan a nuestra mente. Las palabras pueden unir o desunir, construir o destruir, todo dependerá de quien las use para que las use y con qué intensión. 

    Proverbios 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

Primero pensemos, hay una batalla que nosotros libramos a diario pero no es una batalla física o corporal  sino espiritual, (efesios 6:12); ¿porque?.. Pensemos en la forma en que somos atacados, por enfermedades, escasez, desordenes financieros, conflictos familiares, sentimentales, laborales, personales. … los cuales nos aturden y nos pesan todos los días, nos atormentan algunos hasta el punto de no poder dormir, ni disfrutar de nada, ni siquiera de la compañía de nuestros seres queridos  y tampoco encontramos el gozo del Señor para fortalecernos, porque nos distraemos en nuestros pensamientos y en las palabras que vienen a nuestra mente.




Esta batalla es de palabras… ¿crees que libras una batalla de palabras?


Estas palabras a las que me refiero nos dicen una y otra vez: “No podrás”, “todo acabo”, “se burlaran de ti”, “eres un fracaso”, “nunca saldrás de esta”, “siempre serás así”, “nada te sale bien”, “Dios no te ama”, “todos te abandonaran hasta Dios” …. Y podría haber miles de más palabras, prestas para seguir triturando nuestro ánimo, nuestra FE.

Es importante que tengamos conciencia de la importancia de nuestras palabras porque bien dice Santiago 3:5 "Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!" y la lengua es ese fuego pequeño. Cuidemos lo que decimos porque no sabes lo que ocasionará en los demás. Todas estas palabras generan aflicción y te bloquearán, la diferencia estará en como reaccionaras ante ese momento. Tenemos ejemplos en la biblia de personas que  a causa de palabras amenazantes sintieron angustia:

·    Daniel – Hablaron en su contra y se aliaron para acabarlo. Pero él no perdió la fe (Daniel 6:21-22)

·    Elías – Amenazado de muerte se escondió. Pero Dios nunca lo abandono hasta envió un ángel para que recobrase fuerzas y ánimo. Su refugio fue Dios (Reyes 19:1-15)

·     Ester – Su pueblo fue amenazado por un decreto y ella debía hablar con el rey aunque eso podría significar su muerte. (Ester 4)


Santiago 3:9-10. Con nuestras palabras también bendecimos la vida de otros, pero igual bendecimos nuestra propia vida.  (2 corintios 10:3-5) nos dice que podemos derribar fortalezas. Les recuerdo, porque ya más de uno es entendido,  ha escuchado o ha experimentado el poder de Dios en sus vidas. Pero no lo creemos.

Si lo creyéramos hermanos cuando esas miles de palabras vinieran a nuestra mente le dijéramos “Cállate”, (Marcos 4:39)

Tenemos la autoridad de decirle al problema “cállate no me atormentes, porque se solucionará en el nombre de Jesús”. Debes hablar y no quedarte callado, la palabra tiene poder, y tú tienes ese poder. (Juan 14:12)

Si somos como Cristo entonces:

• Vamos a dar de comer al hambriento
• Vamos a predicar las Buenas Noticias a los pobres
• Vamos a sanar a los enfermos
• Vamos a liberar a los cautivos
• Vamos a echar fuera demonios
• Vamos a escandalizar a los religiosos

¿Cómo funciona la palabra en contra nuestra? 

Astutamente, así como a Eva  quien sabía que NO debía probar del árbol del conocimiento del bien y del mal, pero la serpiente con sus palabras astutas la convencieron (2 corintios 11:3); así funciona las palabras en contra nuestra, otros ejemplos claros son:

·  Dalila -  Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. (Jueces 16:16)

·     Goliat  - Amedrantó al pueblo de Israel y al Rey Saúl, se sentían inseguros justo por todas las palabras que de día y de noche les decían   1 Samuel 17:8-9;11;16

El problema no fueron las palabras, fue como las recibieron y lo que ellas hicieron o querían hacer.

El punto de todo esto es, NO está bien que les digamos a otros estas palabras de desánimo o sin amor pero, ¿como nos tratamos a nosotros mismos?, ¿Como actuamos ante esas palabras? (Proverbios 16:24)


  •         Con la palabra de Dios resistiendo a los ataques
  •         Recordando promesas dadas a nuestras vidas
  •         Sabiendo que con Cristo somos más que vencedores
  •         Nuestras palabras deben ser bendición para otros
  •         La palabra no es para contienda. 1 tim 6:3-4
  •         Evitar toda palabra ociosa – chisme Mt 12:36

Recordemos hoy y siempre que todo lo que decimos es como una semilla plantada en buena tierra, crecerá y allí dará fruto y ¿que fruto dará?

Alabar, declarar, adorar, agradecer, bendecir, predicar, maldecir, gritar, blasfemar, lanzar palabra de odio, chisme, mentir… Todas esas palabras tendrán un resultado en nuestra vida y la vida de otros. Mateo 15:11 “No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.”

“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.”
Marcos 11:23

Accionemos siempre con palabras de fe y amor, para ganar en esta batalla constante de palabras.
Diga el débil…Fuerte soy!

Joel 3:10