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martes, 25 de junio de 2013

Lección para tu vida #2 - ¿Tienes miedo a equivocarte?


¿Tienes miedo a equivocarte?

¿Temes cometer errores?

Creo que la mayoría nos hemos sentido así.

Por ejemplo, Moisés, uno de los personajes más renombrados de la historia bíblica también tuvo miedo e inseguridad.

Moisés era un niño muy hermoso, a quien sus padres cuidaron durante tres meses, sin que nadie se diera cuenta. Luego tuvieron que abandonarlo, pero la hija del faraón lo rescató y lo crió como si fuera su propio hijo. Moisés recibió la mejor educación que se daba a los jóvenes egipcios, y llegó a ser un hombre muy importante por lo que decía y hacía. (Hechos 7: 20-22)

Pero aun así  después de haber huido Moisés de Egipto dudó cuando Dios le pidió que regresara con su pueblo, Israel, y los liberase en su nombre. (Éxodo 4:10-14) Es decir debía volver a Egipto, lugar de donde había salido pues ya sabía que no pertenecía allí, ya no pertenecía a la casa del faraón, era otro obrero más ante los ojos de los egipcios.

Dios conocía la capacidad que poseía Moisés y por eso le colocó dichas tareas. Quien no tenía seguridad en si mismo era Moisés, él temía que se burlaran de él por su tartamudez, que no le creyeran, no le escucharan y  equivocarse al acercarse a los demás israelitas, tanto así, que le pidió a Dios que colocara a alguien más en su lugar, pero Dios no iba a cambiar de opinión, la orden estaba dada, no obstante, consideró la petición de Moisés, sus sentimientos de inseguridad y colocó a Aarón, su hermano, a que fuera y le ayudara.

Dios como creador nuestro conoce nuestras capacidades, y dependiendo de esas capacidades nos coloca tareas, el problema está en que tan desarrollado esté la habilidad o que tan dispuestos estamos para aprender a mejorar esas habilidades cuando están poco desarrolladas. Dios no colocará en nuestros hombros cargas que no podamos llevar, así que, deberíamos confiar en Dios aun cuando no confiemos en nosotros mismos, porque El nunca se equivoca

Aarón por su parte fue aquel hombre intermediario entre Moisés y faraón, Aarón estaba allí para hablarle a faraón lo que Moisés dijera, ya que la voz de Dios solo la escuchaba Moisés. Este hombre tuvo la valentía de ser algo así como “el traductor” a pesar de no tener el conocimiento y la educación que su hermano Moisés sí.

Allí es cuando notamos que nosotros colocamos barreras para nuestro crecimiento personal y espiritual poniendo excusas y peros sobre nuestras capacidades, capacidades que muchas veces no conocemos y tampoco llegamos a conocer porque nos gana el miedo y la inseguridad.

La única forma de que venzas el temor es enfrentando la situación y teniendo en tu mente que “si Dios está contigo quien contra ti”

Moisés convenció a todos cuando su vara se convirtió en serpiente, llegaron todas las plagas, después, abrió el Mar Rojo y pudieron salir del sometimiento de los egipcios, con un golpe de su vara salió agua dulce para beber en el desierto… pero todo eso no fue por la fuerza de Moisés, todas estas maravillas ocurrieron porque Dios obraba a través de Moisés, todo esto ocurrió por el poder de Dios.

Esto es lo que Dios quiere de todos nosotros, que lo busquemos, le escuchemos, y nosotros nos dejemos guiar por nuestro propio conocimiento, que por lo general está sometido a prejuicios, malas experiencias, miedos, conceptos equivocados, que lo único que logra es colocar dudas y mas inseguridad en nuestra vida, mente y corazón, nos da miedo enfrentarnos a situaciones que aunque parezcan sencillas serían las más grandes de las hazañas si las logramos superar, la forma de superar el miedo es enfrentándonos a él y que mejor ayuda que nuestro señor Jesucristo.

Comunícate con nosotros al correo: tubestfriendcristo@gmail.com

Historia #2 - Tratando de ser parte del Grupo


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TRATANDO DE SER PARTE DEL GRUPO

Cuando tenía 12 años, recuerdo sentirme como si no le gustara a nadie. Siempre  se metían conmigo, y me llamaban “fenómeno”. Yo pensaba que no le gustaba a la gente porque no era lo que esperaban de mí. Así que comencé a cambiar para serla clase de persona que, según yo pensaba, agradaría a los demás.

Trataba de estar a la moda diciendo palabrotas y siendo ruda. Trataba de comprar “cierta clase de ropa” a fin de adaptarme a los demás. Pero todo era una actuación. Seguía sin llamar la atención, así que comencé a decir mentiras. GRANDES mentiras. Pensé que podía mentir para identificarme con la mayoría. Le dije a una amiga que yo era bulímica, y después se lo dije  a otros también. Pensé que la gente se interesaría por mí si tenía un problema y necesitaba ayuda.

Me volví depresiva y comencé a lastimarme a mí misma, en parte para llamar la atención y en parte porque sentía que merecía sufrir por todas las mentiras que había dicho. A mitad de ese año, me di cuenta que no podía seguir así. Tenía que cambiar. La culpa por lo que estaba haciendo no merecía la atención que estaba atrayendo. De hecho, la atención se hizo peor. Yo sabía que necesitaba decirles a mis amigas y a mi familia lo que había estado haciendo, pero tenía temor de su reacción. No quería ser rechazada, pero sabía que necesitaba volverme a alguien. Así que me volví a DIOS.
Descubrí que Dios me aceptaría y estaría allí para mí, sin importar nada. Una Vez que entendí eso, mi situación todavía estaba muy complicada, pero sabía que podía atravesarla. Finalmente obtuve lo que había estado buscando, alguien que me amara.

Reuní valor para confesar a la gente que había mentido. Para una de ellas fue una sorpresa enorme, y no sabía que pensar. Otra me agradeció por decirle la verdad. No podía creerlo, y me sentí muy afortunada de tener tales amigas que me perdonaran.

Ahora me siento mucho mejor. He madurado mucho y aprendí un montón de esa situación. Todavía tengo momentos difíciles, pero ¿Quién no los tiene? Estaría en peores condiciones ahora si no hubiera dicho la verdad, porque me estaba carcomiendo. Mis amigas están allí para mí, lo cual ayuda, y sé que Dios está siempre allí para aceptarme. ¡Con ayuda de Dios, pude cambiar!

Historia compartida por: Lucía Diaz -
 Extraído de Revista Vida Extrema


“Adaptarnos no siempre es fácil, para eso lo importante es saber realmente quiénes somos y aceptarnos así, pues muchas veces al pensar que no somos lo suficientemente buenos para encajar en algún circulo, alguna actividad deportiva o de ciencias o tal vez no estamos tan actualizados en la moda y tecnología como otros, creemos que somos menos personas o menos geniales y es cuando tratamos de cambiar aparentando ser quienes NO somos.
Comienza a conocerte a ti mismo con ayuda de Dios, Él  más que nadie incluso tú mismo sabe quién eres,  que capacidades y habilidades tienes, Él siempre irá de tu lado y colocará personas maravillosas quienes sabrán valorarte y aprenderán a conocerte y a aceptarte tal y como eres, así no necesitarás ser nadie más que tú mismo.
 Superar los problemas y aceptar los errores nos hace más sabios y de ellos aprendemos siempre, no debemos ser tan duros con nosotros mismos, lo digo pues no hay peores críticos que nosotros mismos, mira hacia adelante y aunque no se pueda borrar lo que se hizo al menos mostraras con tus actos frente a los demás y sobre todo frente a Dios que eres una persona Nueva!
¡¡¡Animo Amig@!!! Sigue adelante no te desanimes!!”

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