¿Tienes miedo a equivocarte?
¿Temes cometer errores?
Creo que la mayoría nos hemos sentido así.
Por ejemplo, Moisés, uno de los personajes más renombrados de la historia bíblica también tuvo miedo e inseguridad.
Moisés era un niño muy hermoso, a quien sus padres cuidaron durante tres meses, sin que nadie se diera cuenta. Luego tuvieron que abandonarlo, pero la hija del faraón lo rescató y lo crió como si fuera su propio hijo. Moisés recibió la mejor educación que se daba a los jóvenes egipcios, y llegó a ser un hombre muy importante por lo que decía y hacía. (Hechos 7: 20-22)
Pero aun así después de haber huido Moisés de Egipto dudó cuando Dios le pidió que regresara con su pueblo, Israel, y los liberase en su nombre. (Éxodo 4:10-14) Es decir debía volver a Egipto, lugar de donde había salido pues ya sabía que no pertenecía allí, ya no pertenecía a la casa del faraón, era otro obrero más ante los ojos de los egipcios.
Dios conocía la capacidad que poseía Moisés y por eso le colocó dichas tareas. Quien no tenía seguridad en si mismo era Moisés, él temía que se burlaran de él por su tartamudez, que no le creyeran, no le escucharan y equivocarse al acercarse a los demás israelitas, tanto así, que le pidió a Dios que colocara a alguien más en su lugar, pero Dios no iba a cambiar de opinión, la orden estaba dada, no obstante, consideró la petición de Moisés, sus sentimientos de inseguridad y colocó a Aarón, su hermano, a que fuera y le ayudara.
Dios como creador nuestro conoce nuestras capacidades, y dependiendo de esas capacidades nos coloca tareas, el problema está en que tan desarrollado esté la habilidad o que tan dispuestos estamos para aprender a mejorar esas habilidades cuando están poco desarrolladas. Dios no colocará en nuestros hombros cargas que no podamos llevar, así que, deberíamos confiar en Dios aun cuando no confiemos en nosotros mismos, porque El nunca se equivoca
Aarón por su parte fue aquel hombre intermediario entre Moisés y faraón, Aarón estaba allí para hablarle a faraón lo que Moisés dijera, ya que la voz de Dios solo la escuchaba Moisés. Este hombre tuvo la valentía de ser algo así como “el traductor” a pesar de no tener el conocimiento y la educación que su hermano Moisés sí.
Allí es cuando notamos que nosotros colocamos barreras para nuestro crecimiento personal y espiritual poniendo excusas y peros sobre nuestras capacidades, capacidades que muchas veces no conocemos y tampoco llegamos a conocer porque nos gana el miedo y la inseguridad.
La única forma de que venzas el temor es enfrentando la situación y teniendo en tu mente que “si Dios está contigo quien contra ti”
Moisés convenció a todos cuando su vara se convirtió en serpiente, llegaron todas las plagas, después, abrió el Mar Rojo y pudieron salir del sometimiento de los egipcios, con un golpe de su vara salió agua dulce para beber en el desierto… pero todo eso no fue por la fuerza de Moisés, todas estas maravillas ocurrieron porque Dios obraba a través de Moisés, todo esto ocurrió por el poder de Dios.
Esto es lo que Dios quiere de todos nosotros, que lo busquemos, le escuchemos, y nosotros nos dejemos guiar por nuestro propio conocimiento, que por lo general está sometido a prejuicios, malas experiencias, miedos, conceptos equivocados, que lo único que logra es colocar dudas y mas inseguridad en nuestra vida, mente y corazón, nos da miedo enfrentarnos a situaciones que aunque parezcan sencillas serían las más grandes de las hazañas si las logramos superar, la forma de superar el miedo es enfrentándonos a él y que mejor ayuda que nuestro señor Jesucristo.
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