La respuesta a la pregunta ¿Qué te hace feliz? No
siempre es la misma de persona a persona, pero sin duda se trata de un
sentimiento placentero que estimula para seguir alcanzando nuevas metas, es
decir, que es bueno estar y sentirse feliz.
Aunque trabajemos muy duro para mantener o alcanzar
esa felicidad siempre habrá situaciones que nos hagan cambiar el ánimo, donde
ya no nos sintamos tan felices y tranquilos, comienza a agobiarnos las preocupaciones,
nos sentimos tristes y solos hasta el punto de no querer escuchar palabras que
pretendan darnos ánimo, aunque suene raro así suele suceder; y entonces
comenzamos a inquietarnos por hallar una solución al problema, buscando una
respuesta e intentamos con todas nuestras fuerzas para conseguirlo, todo esto
genera frustración, estrés y por supuesto elimina el sentimiento de felicidad
de nuestra mente y corazón.
¿Porque
sucede esto? ¿Porque siempre algo nos arrebata la felicidad y no podemos
tenerla siempre?
y en ella medita noche y día. (Salmo 1:1-2)
Pueden haber varias respuesta a estas preguntas, pero lo importante es tener en cuenta que cuando la felicidad o a lo que consideramos nos hace felices está amarrado a lo que nos brinda este mundo, siempre estaremos expuestos a que nos sea arrebatada nuestra alegría, felicidad y gozo.
- Tener
éxito en los negocios o en el trabajo
- La
familia
- Cuidar
nuestra mascota
- Aprender
algo nuevo /estudiar
- Pasear
y conocer nuevos lugares
- Amigos
Es natural que cuando cosas buenas pasan nos causen
alegría y tranquilidad, a quien no le gustan las buenas noticias ¡¿?! Pero la
palabra de Dios nos advierte sobre los deseos de este mundo, diciéndonos que no
debemos colocar toda nuestra felicidad en cosas perecederas.
Vivir es difícil como dicen muchos, incluso aquel
que tiene dinero vive constantemente intranquilo pensando si sus acciones
disminuirán o si sus inversiones se perderán; el pobre porque no tiene todo el
dinero del rico, los de clase media porque gastan cada vez más de lo que ganan
y a todos se les presentan problemas familiares y personales. En fin siempre
hará falta algo.
“En fin, ¿qué
saca el hombre de tanto trabajar y de tanto preocuparse en este
mundo? Toda su vida es de sufrimientos, es una carga molesta; ni siquiera
de noche descansa su mente. ¡Y esto también es vana ilusión!.... Dios da sabiduría, conocimiento y ALEGRÍA
a quien él mira con buenos ojos; pero al que peca le deja la carga de prosperar
y amontonar tesoros para luego dárselos a quien él mira con buenos ojos.”
(Eclesiastés 2:22-24) ¿Si ves? Dios es muy sabio y por eso nos dejó
su palabra para que la meditemos con detenimiento, y estos versículos
claramente nos presentan la verdad sobre el prosperar económicamente, aunque no
es algo malo siempre tratará de llenar nuestro corazón y hacer que trabajemos
solo por ese fin y no el verdadero que es la sabiduría, conocimiento y la
alegría que nos da Dios por ser obedientes de corazón.
La sabiduría del altísimo nos hará obrar de la
forma correcta, y lo bueno trae satisfacción al corazón, y sobre todo que el
camino correcto nos llevará a la salvación de nuestra alma.
“Más vale
adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata.”
(Prov.16:16)
“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque
nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.” (1 Timoteo 6:6-7)
Todo en este mundo es perecedero, la ropa, el
dinero, los bienes incluso nuestra familia y amigos, ellos no serán eternos o
siempre 100% fieles, sin embargo, hay algo muy importante que nos ha regalado
Dios y que si es eterno, nuestra alma,
que vivirá eternamente aun después de que partamos de este mundo cuando
nuestro cuerpo perezca y no lata nuestro corazón, nuestra alma seguirá viva…
¿pero a dónde irá? Eso lo decidimos nosotros ¿Cómo? Si tomamos la decisión de seguir las sabias
enseñanzas de Cristo o si por el contrario las rechazamos haciéndonos los
ignorantes y sordos ante lo que nos dicen acerca de cumplir lo establecido por
Dios, sobre no pecar (Gálatas
5:16-23). Sencillísimo si cumples con lo que Dios pide que es bueno
para nosotros disfrutará tu alma de la eternidad en la bella presencia de
nuestro creador, pero si no lo haces sufrirás eternamente pues así lo has
decidido, si nunca necesitaste de Dios en la vida no lo querrás después de la
muerte.
Si realmente tomamos tiempo de nuestra apretada
agenda, tiempo para todo hay, o vamos a negar que de las 24 horas del día no
tenemos 2 horas o 30 minutos para pensar, reflexionar, orar y pedir perdón,
¡claro que sí! DIOS no debería ser un sobrante del día, debe ser lo más
importante.
¿Cómo
consigo la felicidad con todo esto?
Lo anterior es necesario que lo tengamos en cuenta
ya que de Dios procede la felicidad que podemos experimentar en nuestra vida,
la cual no se trata de una felicidad temporal, emocional o limitada, es la
felicidad que nos llena de verdadero gozo es por eso que en nuestra felicidad
Dios tiene todo que ver.
Más importante es la alegría del corazón agradecido
con el Señor por cada cosa que recibe sabiendo que por él hemos obtenido lo que
tenemos, y no colocamos la mirada en el hombre y en las riquezas o bienes que
nos ofrece este mundo.
“Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre
nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. Tú diste alegría a mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su
grano y su mosto.” (Salmos 4:6-7)
La confianza en Dios
nos da alegría en medio de las tribulaciones, porque sabemos que Él nos
sustenta y nos ayuda en las pruebas. Las pruebas son necesarias para nuestro
crecimiento personal y espiritual, Dios no nos hará llevar cargas que no
podamos soportar.
“Pero alégrense todos los que
en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti
se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
No hay lugar más
agradable y placentero que la presencia del Señor, quienes hemos experimentado
sabemos que es así, pero para poder llegar a disfrutar de esa seguridad y
alegría donde sientes que todo tiene solución y que Dios puede hacer que todo
marche de la forma correcta y te da el valor para asumir lo que esté
sucediendo, es necesario que LE AGRADEMOS
Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el
camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios,
sino que pone su amor en la ley del Señor
Entre mayor sea el
amor que coloquemos en hacer las cosas para el Señor, entre más soportemos las
pruebas en el nombre de Jesús, seamos bondadoso en todo lo que hagamos, no envidiemos
a nuestros hermanos, ni presumamos, seamos orgullosos, egoístas, nos enojemos
sin razones y guardemos rencor, mas nos alegremos de la verdad y defendamos la
justicia pues el amor que Dios nos enseña lo sufre todo, lo cree todo, lo
espera y soporta todo. ¿Qué puede significar esto? Que en lo poco o en lo mucho
siempre agradezcamos a Dios por todo, incluso en los problemas… sí, en ellos es
donde más Dios muestra su poder en nuestra vida si actuamos con fe.
“…pero él me dijo: «Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona
en la debilidad.» Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis
debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. (2 Corintios 12)”
Nuestro problema de
hallar la verdadera felicidad seguirá existiendo mientras no busquemos
constantemente a nuestro Padre y hagamos lo que es correcto delante de sus
ojos, pues es como caminar en círculos, cuando crees que ya estás lejos de
aquello que te desagrada vuelves al punto inicial y no avanzas y por el contrario
te hundes en un camino que tú mismo hiciste, por eso ANIMATE Y REGOCÍJATE! Que
CRISTO te ama y espera a que lo busques cada día, siempre tiene algo para
presentarte y enseñarte.
No seamos ansiosos
ni nos comparemos con aquellos que tienen muchos bienes pues eso no da la
felicidad, la felicidad viene de Dios y es superior a cualquier cosa que
podamos comprar o tener físicamente. No hay nada mejor que la riqueza
espiritual y el poder disfrutar de una vida eterna en la presencia de nuestro
Señor.
EQUIPO CRISTO TU
BESTFRIEND