Language

miércoles, 20 de agosto de 2014

Historia #12 .COMO EL AMOR DE DIOS ME ENSEÑO A AMARME



Hace varios años atrás cuando inicié la llamada etapa de la adolescencia comencé a sufrir los complejos que parecen normales en esta etapa, comparaba mi apariencia física con la de mis compañeras, amigas, conocidas y desconocidas. Sin embargo, llegue a notar que no me veía tan bien como todas ellas, siempre me encontraba algo mal
o, feo o diferente sin importar lo mucho que me esforzara o lo bien que me dijeran los demás que me veía, yo me sentía, en una palabra… fea.

Siempre he sido de complexión delgada, algo bajita y de cabello rizado; en ese momento de mi vida me sentía que debía ser más gruesa, alta y cualquier otra cosa menos lo que soy, ni siquiera toleraba mirarme al espejo, era mi peor pesadilla. Eso era una muy clara muestra de que no me aceptaba tal cual era, no me quería, mi autoestima estaba por el suelo, ni siquiera alcanzaba a ver que era atractiva para chicos de mi edad, de hecho creía que nunca tendría pareja y mucho menos llegar a casarme.

Sin embargo, no me había dado cuenta de mi verdadero problema hasta que llegué al punto de la desesperación, lloraba amargamente a solas por ese dolor que tenía en mi corazón, como podía yo seguir viviendo y soportando toda esa carga. No me gustaba como era y sin importar lo bien que me vistiera nunca sería tan linda como cualquier otra persona.

Mi vida inició un cambio gradual pero inesperado desde aquel día en el que llegué a una iglesia y me senté a escuchar algo que estaba diciendo el predicador, de pronto a encontrar un refugio en medio de mi pesar; sin esperar que un tratamiento de mi Señor Jesucristo mejor que cualquier Psicólogo, escudriñara mi corazón a través de aquel pastor y me diera cuenta en ese momento en medio de un llanto incontrolable que alguien más, quien no había visto y ni me conocía, me estaba diciendo exactamente todo lo que sentía y hasta lo que pensaba acerca de mi misma.


Mi corazón comenzó a anhelar conocer más de ese Dios quien hizo hablar al pastor con palabras tan precisas. Es encantador  recordar como inicié esa auto aceptación, que no importa la apariencia que tengamos, todos somos criaturas de Dios, no importa los pecados que hallamos cometido, Jesús se sacrificó por ellos, entonces, no soy digna de nada de lo que tengo  ni yo ni nadie, pues somos todos pecadores; sin embargo, Dios le plació darme vida, una familia, salud, amigos, incluso a un hombre que ahora es mi novio y con quien planeo casarme… ¡Por qué no estar agradecida!

Estoy agradecida infinitamente por haber conocido esta esperanza la que hoy me muestra en su palabra y nos trae salvación. Si no fuera sido así, quien sabe dónde estuviera o si hubiera preferido quitarme la vida ante tanto dolor. Pero tú que están leyendo mi historia y tal vez te sientes identificada/o con ella, te invito a que conozcas ese amor sin fronteras, sin condición que nos da Dios, que corrijas tu camino y comiences a andar en el sendero de la luz para que puedas ver que tienes delante y no te pierdas en medio de la densa oscuridad que te asecha.

Hoy día miro hacia atrás y me doy cuenta lo mucho que Dios ha transformado y sigue cambiando mi vida de ser una chica tímida y con complejos a ser una mujer feliz con planes que en el pasado nunca hubiera imaginado para mí y con la esperanza de que aunque pasemos por dificultades Dios siempre estará con nosotros en todo momento para guiarnos, cuidarnos y moldeando en nosotros aquello que está mal para que heredemos la vida eterna.


“Porque todas las cosas obran para bien de quienes aman al Señor” Rom.8:28


Autor: Yolimar


Cuando entendamos el amor de Dios nos tiene y como se manifiesta cada día en nuestra vida, entonces sabremos lo valiosos que somos y que nos merecemos amarnos tambien.

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:16


Equipo Cristo Tu BestFriend

No hay comentarios:

Publicar un comentario