FUI VICTIMA DE ABUSO,
PERO NO SE QUE HACER PARA DESHACERME DE ESOS RECUERDOS.
Tomado de “La biblia de promesas”
Algunos dicen que “el tiempo
borra todas las heridas”, pero eso es una gran mentira. Lo que está escondido
surgirá cuando menos lo esperemos. Muchas personas llevan las marcas del abuso
físico, emocional o sentimental, así que viven perseguidas por los recuerdos de
estas dolorosas experiencias que han escondido con mucho cuidado. Es importante
saber que todo lo que nos toca vivir deja marcas que van formando nuestra
manera de ser, y de estas marcas surgirán muchas de nuestras conductas. Sin
embargo, esto no significa que debamos dejar que el pasado nos condicione para
siempre. Podemos enfrentarlo y salir vencedores.
Sin duda, los niños no tienen la
fuerza física ni la madurez para escapar del abuso, mucho menos tienen el poder
para detenerlo. Los niños también están indefensos porque desde que nacen se
les dice que deben obedecer y respetar a los mayores. Entonces, ¿Qué sucede
cuando estos mayores son personajes siniestros que causan abuso y dolor? Esto
produce un gran desconcierto en la mente del niño que lo paraliza y confunde.
Si sufriste abuso, ¡lo primero que debes entender que no eres culpable de lo
sucedido! No contabas con las armas necesarias para defenderte. Así que
necesitas saber que no mereciste vivir esa situación y que no fue tu culpa.
Lo
bueno es que Dios puede sanar las heridas del pasado. Él puede sanarte de las
heridas que provocó cualquier tipo de abuso y enseñarte a vivir feliz contigo
mismo. Este es un proceso largo, pero de seguro te llevará a la victoria porque
o hay marca que no pueda eliminar la mano sanadora de Dios. Hoy puedes hablar
con Él de lo que pasó. La oración es un recurso indispensable para que cada herida
del pasado cicatrice y se borre para siempre.
“El Señor… restaura a los abatidos y cubre
con vendas sus heridas.” Salmo 147:3
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