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domingo, 13 de abril de 2014

Leccion de vida #10. ¿El Hedonismo Cristiano es posible?



Hoy día existen tantas doctrinas, que se dicen llamar cristianas, como personas en el planeta aunque suene exagerado, hay muchos que incluso se crean sus propios métodos o ideales para vivir su vida. Uno de estos es el hedonismo que es una doctrina filosófica según la cual el único bien es el placer y el único mal el dolor. En consecuencia, sitúa en el placer la felicidad humana. Este se divide así mismo en absoluto y mitigado, donde la última se diferencia de la primera por desear el placer espiritual antes que el material pensando en el porvenir y basándose en valores morales.

El diccionario define “placer” como: “Gusto, satisfacción, sensación agradable”; y la biblia dice que Dios acepta con gusto nuestras alabanzas, que su voluntad es agradable y es satisfactorio adquirir sabiduría y una relación con Jesús. ¿De esta forma podríamos decir que el Hedonismo se aplica al cristianismo? ¿Que el bienestar del hombre radica en el placer que nos da Dios? ¿Qué una vida cristiana corresponde a la felicidad absoluta hedonista? Si estudiamos y leemos con atención le daremos respuesta a estas preguntas.

Lo primero que debemos de tener en cuenta para saber si es aplicable o no, es que Dios fue primero que todo en esta tierra. “El cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, quedaron terminados. El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó”. Génesis 2:1-2.  Es decir que siendo el hombre la última de las creaciones de Dios como puede pretender hacer que Dios y su palabra se adapten a un pensamiento humano y superficial, solo por la idea de que así podríamos unirnos con Dios y hacer que otros lo busquen erróneamente asegurando que Dios y el cristianismo deben cambiar y adaptarse a los tiempos venideros, que nada es como antes pretendiendo obtener un evangelio flexible. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.” Hebreos 13:8.  Si señores, Él no dejará de llamar al pecado “pecado” solo porque el hombre desea, es por eso que hay muchas personas que prefieren ignorar estas palabras o enseñanzas hasta decir que Dios se puede adaptar a filosofías humanas y seguir viviendo una vida de pecado.


Uno de los principios del hedonismo dice [En el seno del placer sensible, únicamente hemos de buscar el placer presente, ya que el pasado se ha destruido y no existe, mientras que el futuro es dudoso y no sabemos con certeza si será] Esta doctrina invita a todos a no mirar el pasado, en el cual cometimos errores, nos equivocamos, perdimos algo valioso y por lo tanto debemos arrepentirnos y aprender de él; a no pensar en el futuro pues es incierto, no sabremos qué sucederá por lo tanto solo debemos vivir el aquí y ahora, disfrutar de todo lo que nos genere placer y así seremos felices. Pero ese placer humano, del mundo no es el placer verdadero para el que fuimos creados, ese placer momentáneo que busca brindar la ideología hedonista es deseo sin fundamentos espirituales que se vuelve un desorden y desvía al hombre del camino de Dios. En la biblia Dios nos dice: Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.” Jeremías 29:1. A pesar de que otra inclinación hedonista específica que el futuro es importante, afirmando que se debe rehuir el dolor presente que no pueda producir en el futuro un placer más intenso; siempre va ligado al placer humano espiritual (valores morales no búsqueda de Dios) o físico, pero para satisfacción de los deseos personales de cada uno sin importar consecuencias en su cuerpo o alma. La voluntad de Dios es perfecta y genera en nosotros una esperanza de algo mejor aunque estemos pasando por momentos de dificultad, pues es allí donde Dios nos prueba, moldea y nos hace más fuertes; ¿para que huir de los problemas cuando lo mejor es enfrentarlos con el poder de Dios?
“Tú me proteges y me salvas, me sostienes con tu mano derecha; tu bondad me ha hecho prosperar. Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado.”  Salmo 18:36-37

“Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” Salmo 46:1

El hedonismo muestra al hombre como un animal con instintos que solo busca su satisfacción y con un poco de racionalidad cuando ya no solo buscan el placer material sino el “espiritual”, sin embargo, toda la base hedonista radica en valores morales intrínsecos en el hombre sin tener en cuenta realmente la voluntad de Dios y las advertencias en su palabra, sus indicaciones e invitaciones a una vida nueva. El hedonismo sugiere que el hombre sabio y prudente, aunque busque y desee el placer, lo domina y no llega a estar esclavizado por él: «tengo, no soy tenido». Esto es un error fatal pues nosotros no tenemos poder, quien nos da la victoria en batallas es Dios, la afirmación de «tengo, no soy tenido» es la frase que los adictos (fumadores, alcohólicos, drogadictos…) dicen “yo lo dejo cuando quiera”, cosa que sabemos no es cierto, al principio parece un juego y el consumo no es frecuente pero con el tiempo se va creando una dependencia a eso, lo que se convierte en atadura ¿ahora quien tiene a quién? De esta forma cae al suelo esa afirmación de que le hombre racional puede controlar el uso del placer, pues muchas cosas que causan placer son pecados y con más razón representan perdición para nosotros.

“Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran.” Gálatas 5:16.

Dios nos dio el libre albedrío por lo cual somos libres de tomar decisiones, de elegir qué camino tomar, esa es la libertad que nos brinda el creador, no obstante decidimos ir por aquello que es placentero en el mundo, las paciones, lo vano y superficial que representa en sí una cárcel, una atadura de la cual no es fácil salir y dejas de ser libre para ser esclavo. Otra situación puede ser que te dedicas a realizar obras de bondad, pasas más tiempo con tu familia y trabajando, sin embargo, te olvidas de brindarle tiempo a tu creador, de aprender que:

-          Dios ama al dador alegre: 2 corintios 9:7
-          Que Él desea que seamos trabajadores: Proverbios18:9, 1 Timoteo 5:18
-          Instauró la familia para que fuera guiada según sus enseñanzas

Es necesario contar con la sabiduría de Dios para actuar sabiamente en toda ocasión y lugar con las personas que amamos o incluso con aquellas que solo compartimos momentos y espacios laborales o sociales, Cristo nos dejó muchas enseñanzas en sus escrituras y podríamos saber cómo actuó en cierta ocasión si tan solo leyéramos su palabra y aprendiéramos de ella.

El principio de la sabiduría es el temor del Señor, buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos. ¡Su alabanza permanece para siempre!  Salmo 111:10

Esta es una invitación a que seamos imitadores de Dios y no del mundo, que diferenciemos lo que instruye y edifica de aquello que solo te brinda comodidad mientras nos está matando.

El hedonismo es como una dosis de morfina, solo calma el dolor pero por dentro tu cuerpo sigue gritando que está en mal estado y dañándose, sucede que no te das cuenta porque estás casi anestesiado y no te alertas de tu real situación, pero la palabra de Dios es el remedio que cura tu mal y ese sí te muestra donde estas fallando por eso es más sufrido pero una vez conociendo la enfermedad y sabiendo la cura no hay resultado mejor para nuestra vida y alcanzar la verdadera felicidad que el vivir en Cristo.

“Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.” Efesios 4:23-24

La verdadera felicidad no se haya en el placer, sino en la vida eterna, y para alcanzarla es necesario vivir una vida conforme a la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.







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