Hoy
día existen tantas doctrinas, que se dicen llamar cristianas, como personas en
el planeta aunque suene exagerado, hay muchos que incluso se crean sus propios
métodos o ideales para vivir su vida. Uno de estos es el hedonismo que es una doctrina
filosófica según la cual el único bien es el placer y el único mal el dolor. En
consecuencia, sitúa en el placer la felicidad humana. Este se divide así mismo
en absoluto y mitigado, donde la última se diferencia de la primera por desear
el placer espiritual antes que el material pensando en el porvenir y basándose en
valores morales.
El diccionario define “placer” como: “Gusto, satisfacción, sensación agradable”;
y la biblia dice que Dios acepta con gusto
nuestras alabanzas, que su voluntad es agradable
y es satisfactorio adquirir sabiduría
y una relación con Jesús. ¿De esta forma podríamos decir que el Hedonismo se
aplica al cristianismo? ¿Que el bienestar del hombre radica en el placer que
nos da Dios? ¿Qué una vida cristiana corresponde a la felicidad absoluta
hedonista? Si estudiamos y leemos con atención le daremos respuesta a estas
preguntas.
Lo primero que debemos de tener en cuenta para
saber si es aplicable o no, es que Dios fue primero que todo en esta tierra. “El cielo y la tierra, y todo lo que hay en
ellos, quedaron terminados. El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y
descansó”. Génesis 2:1-2. Es decir que siendo
el hombre la última de las creaciones de Dios como puede pretender hacer que
Dios y su palabra se adapten a un pensamiento humano y superficial, solo por la
idea de que así podríamos unirnos con Dios y hacer que otros lo busquen
erróneamente asegurando que Dios y el cristianismo deben cambiar y adaptarse a
los tiempos venideros, que nada es como antes pretendiendo obtener un evangelio
flexible. “Jesucristo
es el mismo ayer, hoy y siempre.” Hebreos 13:8.
Si señores, Él no dejará de llamar al pecado “pecado”
solo porque el hombre desea, es por eso que hay muchas personas que prefieren
ignorar estas palabras o enseñanzas hasta decir que Dios se puede adaptar a
filosofías humanas y seguir viviendo una vida de pecado.
Uno de los principios del hedonismo dice [En
el seno del placer sensible, únicamente hemos de buscar el placer presente, ya
que el pasado se ha destruido y no existe, mientras que el futuro es dudoso y
no sabemos con certeza si será] Esta doctrina invita a todos a no mirar el pasado, en el cual
cometimos errores, nos equivocamos, perdimos algo valioso y por lo tanto
debemos arrepentirnos y aprender de él; a no pensar en el futuro pues es
incierto, no sabremos qué sucederá por lo tanto solo debemos vivir el aquí y
ahora, disfrutar de todo lo que nos genere placer y así seremos felices. Pero
ese placer humano, del mundo no es el placer verdadero para el que fuimos
creados, ese placer momentáneo que busca brindar la ideología hedonista es
deseo sin fundamentos espirituales que se vuelve un desorden y desvía al hombre
del camino de Dios. En la biblia Dios nos dice: “Yo sé los planes que tengo para ustedes,
planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de
esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.” Jeremías 29:1. A pesar de que otra inclinación hedonista específica que el
futuro es importante, afirmando que se debe rehuir el dolor presente que no
pueda producir en el futuro un placer más intenso; siempre va ligado al placer
humano espiritual (valores morales no búsqueda de Dios) o físico, pero para
satisfacción de los deseos personales de cada uno sin importar consecuencias en
su cuerpo o alma. La voluntad de Dios es perfecta y genera en nosotros una
esperanza de algo mejor aunque estemos pasando por momentos de dificultad, pues
es allí donde Dios nos prueba, moldea y nos hace más fuertes; ¿para que huir de
los problemas cuando lo mejor es enfrentarlos con el poder de Dios?
“Tú
me proteges y me salvas, me sostienes con tu mano derecha; tu bondad me ha
hecho prosperar. Has hecho fácil mi camino, y mis pies no han resbalado.” Salmo 18:36-37
“Dios
es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones.” Salmo 46:1
El hedonismo muestra al hombre como un animal con
instintos que solo busca su satisfacción y con un poco de racionalidad cuando
ya no solo buscan el placer material sino el “espiritual”, sin embargo, toda la
base hedonista radica en valores morales intrínsecos en el hombre sin tener en
cuenta realmente la voluntad de Dios y las advertencias en su palabra, sus
indicaciones e invitaciones a una vida nueva. El hedonismo sugiere que el
hombre sabio y prudente, aunque busque y desee el placer, lo domina y no llega
a estar esclavizado por él: «tengo, no soy tenido». Esto es un error fatal pues
nosotros no tenemos poder, quien nos da la victoria en batallas es Dios, la
afirmación de «tengo, no soy tenido» es la frase que los adictos (fumadores,
alcohólicos, drogadictos…) dicen “yo lo dejo cuando quiera”, cosa que sabemos
no es cierto, al principio parece un juego y el consumo no es frecuente pero
con el tiempo se va creando una dependencia a eso, lo que se convierte en
atadura ¿ahora quien tiene a quién? De esta forma cae al suelo esa afirmación
de que le hombre racional puede controlar el uso del placer, pues muchas cosas
que causan placer son pecados y con más razón representan perdición para
nosotros.
“Por
lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios
malos deseos. Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el
Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los
otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran.” Gálatas 5:16.
Dios nos dio el libre albedrío por lo cual somos
libres de tomar decisiones, de elegir qué camino tomar, esa es la libertad que
nos brinda el creador, no obstante decidimos ir por aquello que es placentero
en el mundo, las paciones, lo vano y superficial que representa en sí una cárcel,
una atadura de la cual no es fácil salir y dejas de ser libre para ser esclavo.
Otra situación puede ser que te dedicas a realizar obras de bondad, pasas más
tiempo con tu familia y trabajando, sin embargo, te olvidas de brindarle tiempo
a tu creador, de aprender que:
-
Dios ama al
dador alegre: 2 corintios 9:7
-
Que Él desea
que seamos trabajadores: Proverbios18:9, 1 Timoteo
5:18
-
Instauró la
familia para que fuera guiada según sus enseñanzas
Es necesario contar con la sabiduría de Dios para
actuar sabiamente en toda ocasión y lugar con las personas que amamos o incluso
con aquellas que solo compartimos momentos y espacios laborales o sociales,
Cristo nos dejó muchas enseñanzas en sus escrituras y podríamos saber cómo
actuó en cierta ocasión si tan solo leyéramos su palabra y aprendiéramos de
ella.
El
principio de la sabiduría es el temor del Señor, buen juicio
demuestran quienes cumplen sus preceptos. ¡Su alabanza permanece para siempre! Salmo 111:10
Esta es una invitación a que seamos imitadores de
Dios y no del mundo, que diferenciemos lo que instruye y edifica de aquello que
solo te brinda comodidad mientras nos está matando.
El hedonismo es como una dosis de morfina, solo
calma el dolor pero por dentro tu cuerpo sigue gritando que está en mal estado
y dañándose, sucede que no te das cuenta porque estás casi anestesiado y no te
alertas de tu real situación, pero la palabra de Dios es el remedio que cura tu
mal y ese sí te muestra donde estas fallando por eso es más sufrido pero una
vez conociendo la enfermedad y sabiendo la cura no hay resultado mejor para
nuestra vida y alcanzar la verdadera felicidad que el vivir en Cristo.
“Deben
renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva
naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y
pura, basada en la verdad.” Efesios 4:23-24
La verdadera felicidad no se haya en el placer, sino en la vida eterna, y para alcanzarla es necesario vivir una vida conforme a la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
La verdadera felicidad no se haya en el placer, sino en la vida eterna, y para alcanzarla es necesario vivir una vida conforme a la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.


No hay comentarios:
Publicar un comentario